ETAPA 4

Cuando inauguramos la muestra hace ya medio mes, decidimos colgar este bordado aquí. Estaba bueno montarla en este lugar, se iba a ver, iba a llamar la atención, (¿porque no? Esta bueno potenciar estas piezas en una muestra….)
Con Fabhio armamos la muestra pensando en que fuera realmente (realmente?) una muestra de un obrar de un artista, abierta… y todo lo demás. La cuestión es que, me puse a pensar, que el obrar de artista, esto que uno hace todos los días, está atravesado por tantas cosas…. No sé, pensemos,.. la vida misma, que nos atraviesa todo el tiempo, minuto a minuto a minuto, segundo a segundo…. Lamentablemente uno cae rendido a los pies de estas paredes inmensas, y blancas, y comienza a accionar de nuevo, cruzado por tantas cuestiones… que quede estéticamente acorde, que el montaje potencie una obra con la otra…  que se lea de tal o cual manera…. Ok. Todo bien, pero aquí hay vida. Y la vida no es estática…A todos nos cruzan cosas comunes no? La única manera que encuentro para hablar de estas cosas que me cruzan, es haciendo esto, lo que aquí se expone. Pensé entonces en este bordado que estaba acá… donde está la vida en este objeto inerte, colgado en esta pared? Todo el mundo repitiendo lo hermoso del bordado, y lo hermoso quizá esta en el mismo, pero no en esa superficie… la vida de  él está en otro lugar… Cuando yo era chica, tenía unos ataques de nervios terribles. Mi abuela me había ayudado a canalizar eso, enseñándome a bordar. Había dos opciones, o me mordía el brazo derecho, como un tic, o me sentaba a bordar., Y bordaba. (Y acomodaba los botones). Los nervios y la ansiedad comenzaban a pasar. Cada puntada, es volver a ese lugar, es volver a ese momento de tranquilidad.  Mi abuela decía que la parte de atrás de los bordados, era como la vida misma, llena de idas y venidas, cruzadas y entrecruzadas, encuentros y desencuentros, pero que al  final, todo iba a estar bien, y que para eso, tenía que ver lo que estaba quedando del lado positivo del bordado… esa era la vida, para ella, una obra de arte, que brillaba, pero que por otro lado, estaba repleta de nudos y cruzadas. Siempre me gustó pensarlo así. Al igual que la muestra….
Armamos un catálogo con Fabhio, que acompaña esta muestra. Este está, colgado ahí, donde están los tarjetones para llevarse a su casa, o en la fan page de la muestra (en Facebook, “Mariana Guagliano: Como ella es, la vida el universo y todo lo demás). Vaya que se enojaron muchas personas por ese catálogo… vamos… es la vida misma… de que se sorprenden?  No es acaso eso que nos cruza, lo mismo en todos los seres humanos? Vuelvo a repetir… el amor, el desamor, la vida, la muerte, el sexo, las amistades, los dolores, las angustias, las alegrías, las dificultades… etc. etc. etc.? Quizá es esa parte de la muestra que está por detrás, a la que hay que dedicarle tiempo, que no es verlo por encima, por esa superficie brillosa, y nada más. Como la vida no es estática, es dinámica, y esto es el obrar de un artista que trabaja con su vida, y con todo lo que a ella la cruza, hoy no hay nada para ver acá, no hay nada brilloso con lo que distraerse, nada hermoso con lo que deleitarse. La vida, el obrar, esta así, y es así, hoy.
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